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MP en las carreras - Septiembre 1986
Escuela para pilotos
Es fácil manejar un auto de carrera, lo difícil es hacerlo a grandes velocidades. Pero ya existen escuelas en Europa y los Estados Unidos para adiestrar debidamente a los que quieren convertirse en pilotos de carrera. Los instructores son personas que han sido o que continúan siendo corredores y que, además, tienen la habilidad para enseñar. El instructor tiene la capacidad de explicarle a un estudiante lo que debe hacer, e incluso hacerle una demostración práctica. Pero básicamente existe un problema de comunicación, debido a que el instructor tiene que enseñar algo que no es fundamentalmente verbal.
En una escuela de corredores, la situación se complica por el hecho de que gran parte de la acción tiene lugar en modelos Fórmula Ford de un solo asiento, a cierta distancia de la vista del instructor.
Recientemente, la escuela Skip Barber Racing School, que tiene su sede en Lakeville, Connecticut (aunque imparte sus clases en postas de carrera a través de todos los EE.UU.), añadió un toque de ciencia al arte de impartir sus cursos de adiestramiento. Los instructores de esta escuela usan un complejo sistema de computadoras para analizar lo que hace cada conductor en el automóvil, y luego determinan las cosas específicas que cada alumno debe hacer para aumentar la velocidad.
El sistema Skip Barber Racing School Monitor es una variación de un sistema concebido por Chris Wallach para que lo utilizaran los equipos de corredores profesionales que construyen y desarrollan sus propios vehículos. El sistema Marblehead Racing Group Performance Monitor de Wallach, con sus 32 canales y programas para computadoras adicionales, ha sido adoptado por equipos como el Group Jaguar 44, el Grupo Porsche IMSA GTP de Al Holbert, y por el equipo de autos de Indianápolis de Roger Penske.
Con los transductores correctos instalados en el automóvil, la computadora MRG puede medir de todo, desde la presión del aire en diferentes puntos de la carrocería del automóvil hasta la altura del chasis a una velocidad de 322 kph (200 mph).
En el sistema Barber se emplean sólo cuatro canales, los cuales efectúan registros 20 veces por segundos, recogiendo bastante información sobre lo que hace el conductor. Dos de los canales son alimentados por un par de transductores que miden la aceleración y que se instalan en el piso del automóvil. Un acelerómetro lateral mide las cargas "g" laterales y otro acelerómetro longitudinal mide la aceleración desde adelante hacia atrás. En conjunto, ambos proporcionan una imagen computarizada del rendimiento de auto al efectuar virajes.
Un generador de voltaje DC en el cable del tacómetro capta la velocidad del motor o del vehículo, y un captador magnético instalado en la nariz del auto indica el paso de éste sobre tiras magnéticas que dividen la pista en secciones.
En una prueba de 15 minutos se obtienen 60,000 datos informativos, los que se almacenan en una registradora colocada en la cabina del Fórmula Ford Barber BRI. AL finalizar el recorrido, la información se transmite a una computadora Panasonic Executive Partner, para ser analizada por el conjunto de programas MRG.
Este conjunto de programas es el corazón del sistema. Wallach invirtió tres años confeccionando estos programas, los que escogen la vuelta más rápida del vehículo y luego la analizan para hacer gráficas de la velocidad del motor y de la aceleración lateral.
Según Barber, dos veces campeón de carreras SCCA y veterano de competencias de autos Fórmula Uno, lo bueno de este sistema es su capacidad para enseñar a correr a gran velocidad a los estudiantes que ya tienen conocimientos básicos como corredores.
"Hay corredores que manejan de manera correcta", explica el instructor jefe, Bruce Maclnnes, "y, aunque no cometen errores, no corren a la velocidad debida".
Carl López está encargado de los autos con computadoras y comienza su labor haciendo que un instructor dé una vuelta que los estudiantes deben tratar de imitar. De esta manera, los estudiantes pueden comparar su vuelta más rápida con la del instructor.
"Pueden ver, vuelta tras vuelta, dónde pierden tiempo", dice López. "Pueden localizar las partes de la pista donde pierden la mayor cantidad de tiempo, para mejorar primero su paso por esos tramos".
La computadora hace un análisis detallado de vueltas individuales, para que el estudiante pueda ver si está iniciando un viraje muy pronto o si está corriendo a tanta velocidad, durante la primera mitad del viraje, que virtualmente pierde el control del vehículo.
En este curso de dos días, un estudiante puede acortar el tiempo que tarda en dar una vuelta dos segundos o más. Y en varias ocasiones los estudiantes han dado vueltas a una velocidad mayor que la alcanzada por el instructor. "Cuando ocurre esto, el instructor se mete de nuevo en su vehículo para dar una vuelta de demostración a una velocidad aún mayor", Dice Maclnnes.
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MP en las carreras - Septiembre 1986

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 39 - Septiembre 1986 - Número 9


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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus