Herramientas: Cómo usar su esmeriladora

Cómo usar su esmeriladora
Sáquele el máximo de provecho a esta práctica máquina abrasiva equipada con dos ruedas.
Texto y fotografías: ROSARIO CAPOTOSTO
Si una colección de herramientas de metalistería se limita a una segueta ya unas limas, se está prescindiendo de una de las herramientas más útiles que existen para este tipo de trabajo: la esmeriladora de banco. Quien tenga esta herramienta en su taller durante cierto tiempo, encontrará que ésta resulta indispensable para realizar una gran variedad de trabajos en la casa y en el taller. Los aficionados a la carpintería desde hace tiempo han considerado ala esmeriladora como una máquina rápida y eficiente para formar biseles antes de rectificarlos. y también es una excelente herramienta para proporcionarles un filo perfecto a escoplos, cuchillas, ejes y otras herramientas de corte. Además de mantener las herramientas afiladas, la esmeriladora es lo que se necesita para eliminar rebabas de piezas vaciadas, rectificar cortes efectuados con una sierra y dar forma a piezas de metal. Hay disponible una amplia variedad de ruedas abrasivas intercambiables de diferentes graduaciones y tipos para adaptarlas a aplicaciones específicas. Sin embargo, esta práctica herramienta del taller no se encuentra limitada a la realización de operaciones comunes de esmeriladura. Por ejemplo, si se cambia una rueda esmeriladora por una rueda de cerdas de alambre, se podrá eliminar fácilmente el óxido, las escamas o los acabados de la pintura. Y asimismo se puede substituir una rueda especial para pulir metales y plásticos. Al igual que cualquier otra herramienta motriz, conviene familiarizarse con el funcionamiento de la esmeriladora y los diversos accesorios que existen para ella, a fin de poder obtener los resultados buscados. Cuando se conozca la forma en que funciona la herramienta y las ruedas que debe emplear para trabajos específicos, todo cuanto se requerirá será un poco de práctica para refinar las técnicas fundamentales sobre esmeriladura, conformacíón, limpieza y pulimento.
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Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 43 - Junio 1990 - Número 6