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La ciencia en el mundo - Enero 1976
Por John F. Pearson
La ciencia en el mundo - Enero 1976Un laser de 1500 millones de wats que hace rebotar pulsaciones de luz de la superficie lunar está ayudando a medir con precisión la distancia entre la tierra y la luna. El laser, desarrollado por la GTE Sylvania Inc. para la NASA, comenzó a utilizarse recientemente en el laboratorio de la Universidad de Hawaii, después de ser sometido a pruebas durante un año.

Al utilizarse (tal como se muestra), el haz de laser se transmite a través de un telescopio en lo alto del Monte Haleakala de 10,000 pies (3,048 m) de elevación, en la isla de Maiu, y es apuntado por computadores hacia reflectores colocados por astronautas en la luna. Los computadores utilizan las señales reflejadas para calcular el tiempo de tránsito y determinar así la distancia.

"Las pulsaciones del haz tienen un diámetro de 16" (41 cm) y miden 2" (5.08 cm) de largo o grueso al salir del observatorio", explica un ingeniero de la Sylvania. "Al llegar a la luna, miden 1 milla (1.60 km) de diámetro y tienen un grueso de apenas 2" (5.08)". Sólo se refleja una pequeña parte del haz, gran parte de él es absorbido o se dispersa al dar contra la luna.

La escasez de energía ha dado origen a un gran número de nuevos tipos de molinos de viento, entre ellos un diseño de "rueda de paletas" que están estudiando ahora los ingenieros de la MCDonnell Douglas Corp. Se impulsarán tres paletas 130 pies (39.62 m) de largo alrededor de un eje vertical fijado a un generador. Las paletas son, en realidad, suficientes de alzamiento semejantes a las alas de un avión. El Giromil, como se le llama, podría ser impulsado por vientos desde cualquier dirección y no tendría que girar, como sucede con un molino de diseño convencional.

Un sistema Giromil típico, dicen los ingenieros, podría general 100 kilowats de fuerza a impulso de un viento de 15 mph (24 kph), lo suficiente para suministras energía eléctrica a 40 casas modernas.



En los laboratorios Sandia de Albuquerque, Nuevo México se está sometiendo a prueba un cañón capaz de lanzar un proyectil a una profundidad de alrededor de 300 pies (91.44 m) bajo la superficie de la tierra, como parte de un programa de investigaciones relacionado con la terradinámica -la ciencia de la penetración del suelo-. A diferencia de un cañón de artillería, el cilindro de 35 pies (10.66 m) de largo está abierto en ambos extremos, Se le coloca la pólvora dentro del proyectil, junto con una masa de reacción, una pesada pieza de acero que sale expulsada por la parte superior del cilindro al disiparse el proyectil hacia el interior del suelo.

Durante las pruebas iniciales se usaron un proyectil de 355 libras (161 kg) y un masa de 1241 libras (563 kg). Los proyectiles determinan la forma en que las diversas capas de tierra y roca afectan la deceleración y esta información se transmite por radio a un receptor, a fin de poder trazar un perfil del suelo subterráneo. Se ha utilizado la técnica para medir el espesor de capas de hielo y la dureza de los sedimentos del océano, así como para ubicar sensores sísmicos y acústicos en áreas sometidas a investigación.

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 29 - Enero 1976 - Número 1


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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus