RSS twitter.com Facebook Boletín por Correo
Google+

Foro MiMecánicaPopular
Suscríbete al Boletín
Video del día (9)
Búsqueda personalizada

Webs Amigas
El Taller
de Rolando

Todo sobre Hornos Artesanos







Políticas de privacidad



Click para ver más grande Estás leyendo parte de la revista de Noviembre de 1998
Recomienda este artículo a un amigo Recomienda este artículo a un amigo
Lectura sencilla -e-ink -tinta-e
En el futuro, su revista favorita podría imprimirse en papel electrónico.
Por Jim Wilson, ilustraciones de Doug Chezem
Una colección de botellas rojas, verdes y azules colocadas sobre una repisa en un laboratorio de Nueva Inglaterra podrían contener los ingredientes para la siguiente revolución de la imprenta. Los envases contienen tinta. No del tipo ordinario que llena plumas y prensas de impresión, sino tinta electroforésica (tinta-e), un liquido con la casi mágica de aparecer y desaparecer según se requiera. Al trabajar con circuitos semejantes a los empleados en beepers, la tinta-e podría cambiar casi todo lo que leemos. Si es cierto que la tecnología cumple lo que promete, los periódicos impresos con tinta-e actualizarán sus encabezados de acuerdo con los últimos boletines. Las revistas deportivas reportarán los resultados de los juegos al instante. Y la novela de misterio que tiene en su mesa de noche se convertirá en una historia de suspenso o de vaqueros cuando usted lo ordene.

Los libros electrónicos han estado a nuestro alrededor con diversas presentaciones desde que aparecieron las computadoras personales. Durante muchos años han existido la biblia en diskette, la Guía de Referencias Médicas en un chip ROM, y los grandes libros que no quiso leer en la escuela en disco compacto. Desde Internet, puede copiar novelas de autores desconocidos y reportes del gobierno. Sin embargo, a pesar de lo innovador de estas opciones, leer las pantallas de las computadoras es apenas un poco más popular que conducir un Edsel o beber cerveza sin alcohol.

Los expertos que han estudiado el tema dicen que el problema está en el ojo del receptor, o más bien en su mente. Investigadores de MIT creen que el cerebro responde de forma diferente a la información que aparece sobre páginas impresas y a la información desplegada sobre pantallas de computadora. Las palabras e imágenes impresas con una posición fija sobre una hoja de papel pareen atraer instintivamente a la parte del cerebro encargada de los “mapas espaciales”. Quizá la haya ocurrido que, a buscar un dato, ha abierto un libro de texto o un manual en la página exacta y lee el párrafo preciso que necesita consultar. Existe un factor -y los especialistas no saben exactamente cuál- en el papel que nos ayuda a relacionar ideas con espacio físico. En contraste, las pantallas de las computadoras que presentan información que no permanece fija, parecen ocultar al cerebro algunas claves visuales y táctiles que nos ayudan a conservar conocimientos nuevos.

La tinta-e promete combinar lo mejor de los medios nuevos y viejos al presentar información de forma electrónica sobre una familiar página “impresa”. “La tinta-e no exige que los lectores se adapten a una nueva tecnología. Simplemente extiende la funcionalidad del gustado hábito de leer periódicos, libros y revistas”, afirma Kenneth A. Bronfin, vicepresidente del departamento de nueva tecnología y medios de Hearst.

Hearst -compañía editora de libros, periódicos y revistas a nivel mundial- está interesada en la tinta-e debido a su potencial para reducir costos de impresión y papel. Con este fin se ha unido a la empresa en electrónica Motorola, a la compañía de agencias publicitarias Interpublic, y otras empresas para financiar con U.S. $15.8 millones a E Ink Corp. De Cambridge, Massachusetts, con tal de que lleve su revolucionario producto al mercado. “De tener éxito, se convertirá en una de las tecnologías más importantes de la próxima década”, afirma Bronfin.

No más imprentas
La primera hoja de papel auto-imprimible fue creada en el Centro de Investigaciones Xerox de Palo Alto, California, por Nicholas K. Sheridon. A fines de la década de los setenta, Xerox buscaba alternativas para facilitar la relación entre computadoras y personas. Entre ellas, se incluyó adherir millones de pequeñas esferas de plástico sobre un delgado de trozo de hule. Cada esfera era blanca de un lado y negra del otro. Actuaban como pixeles. Activar un campo eléctrico ubicado bajo un pixel hacía que se elevara de su espacio, girara y regresara. Al girar muchos pixeles al mismo tiempo, el dispositivo Gyricon de Sheridon creaba letras semejantes a una matriz de punto. Era inteligente, pero impráctico. Xerox lo archivo en una repisa.

Adelántese 15 años, a 1993, y diríjase a la Universidad Stanford, donde Joe Jacobson busca un problema con qué entretenerse. Decide ocuparse con la idea de papel auto-imprimible. Aprovechando sus conocimientos en física cuántica, piensa en utilizar millones y millones de microcápsulas. Cada una tendría el tamaño de una partícula de toner empleado en fotocopiadoras e impresoras láser. Durante los días posteriores diseña un sistema que utilizará microcápsulas transparentes, llenas con partículas blancas y a color.  Una descarga de corriente eléctrica provoca que las microcápsulas se separen según sus colores. La activación selectiva produce marcas azules sobre un fondo blanco.
 
E es por electroforesia
La “E” significa "electroforesia". Y esa palabra explica cómo Jacobson planea revolucionar las impresiones. La electroforesia  es una técnica común de análisis químico en la cual una carga  eléctrica provoca que las moléculas se muevan dentro de un  gel. Las moléculas se separan de acuerdo con su peso y permanecen en sus nuevas posiciones hasta que otra descarga las  impulse de nuevo. En un segundo, las microcápsulas muestran  su lado blanco. Una descarga después, un conjunto de pixeles se torna azul. La página permanece así hasta que necesita  cambiarse. Entre cambios no existe pérdida de potencia.

Las microcápsulas de tinta-e son rellenas con esferas aún  más pequeñas de bióxido de titanio. La mitad son blancas y  las demás son coloreadas de negro. “Las partículas negras y  blancas poseen movimientos distintos", reportó el equipo para la prestigiada revista Nature. Cuando el electrodo superior  adquiere una carga positiva. las micropartículas blancas negativas se dirigen hacia él, borrando cualquier impresión.

Para fines de l997, la tinta-e tenía una presentación del  grueso de una tarjeta de crédito y tinta roja, verde y azul para atraer a los posibles inversionistas. Lo anterior. y la información que sugiere que podría trabajar en temperaturas  que vayan de -20° a 70°C motivaron a Jacobson a efectuar  una predicción atrevida. “Este sistema podría cumplir con las  necesidades prácticas del papel electrónico.”
 
Más grande y más pequeño
Desde que inició el trabajo con la tinta-e. se ha aumentado  su contraste y se ha hecho 15 veces más brillante. En otras  palabras, es más fácil de leer. También ha mejorado el invisible enrejado conductivo que activa las microcápsulas. Y ha  adelgazado el substrato del grosor de una tarjeta de crédito a un punto donde comienza a comportarse como papel. Los  planes para transportar las maravillas del laboratorio al mercado se dividen en etapas. Los responsables piensan elegir un mercado donde E Ink resulte útil. Se cree que los primeros productos serán señalamientos viales de 60 x 60 cm,  que podrían ser seguidos por anuncios espectaculares.

Sin embargo, los proyectos futuros para la tinta_e no se limitan a señalamientos grandes. La ventaja de escribir letras  grandes es que se necesita activar unas cuantas microcápsulas por pulgada. Para letreros en vidrieras y espectaculares.  basta con 10 microcápsulas por cada 2.5 cm. En cambio, la  impresión fina requiere de un control preciso del movimiento de las esferas dentro de las microcápsulas. El reporte de Nature parece indicar que éste será el siguiente objetivo.

Algunos experimentos sugieren que podría presentarse información un una resolución de 600 dpi (puntos por pulgada, cantidad semejante a lo que logran muchas impresoras de oficina) al emplear un electrodo continuo. Éste se  obtiene al recubrir poliéster con una capa de óxido de hojalata de indium transparente. El juego anterior de electrodos fue impreso con una tinta polimérica plateada.

Otra adaptación consistiría en reemplazar el electrodo  continuo con una fina red de líneas conductivas permitirá  activar microcápsulas individuales. Cuando esto ocurra, la  tinta-e alcanzará una resolución cercana a los 1200 dpi.

Este es el punto en el que la tinta-e podrá literalmente  imprimir dinero, al reproducir las imágenes de alta calidad  que los lectores esperan hallar en las mejores revistas. E Ink  prevee una distribución electrónica del contenido. tal vez sobre la infraestructura de páginas ya existente.

Dicha resolución también convertiría en realidad el sueño que motivó la investigación de Jacobson: una biblioteca  universal contenida en un solo libro. Ya se ha obtenido un drive cuya densidad de información pueda reunir 10trillones de bytes de información con ritmos de transferencia de información de 1.2 megabits por segundo, afirma Jacobson.  Calcula que utilizando una ligera compresión de datos. Los  20 millones de volúmenes propiedad de la Biblioteca del  Congreso podrían reunirse en un dispositivo de tamaño semejante al de un modem PCMCIA para una computadora laptop. Es imposible, con dichas premisas. imaginar cuál será  el verdadero alcance de la tinta-e.

Con promesas como la anterior no es difícil comprender  por qué la tinta-e ha capturado la imaginación de la industria  editorial. “el desarrollo exitoso de la tecnología de tinta-e  podría tener un impacto considerable en la forma en que  producimos muchos de nuestros libros. periódicos y revistas”, afirma Bronfin. Cuando eso ocurra, esta revista estará entre  las primeras de la lista. “Debido a su contenido y a los intereses de sus lectores. Mecánica Popular sería una de nuestras primeras opciones para publicación con tinta-e". concluye.
Clic en cada página para ver más grande y claro
Lectura sencilla -e-ink -tinta-e - Noviembre 1998 Lectura sencilla -e-ink -tinta-e - Noviembre 1998

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 51 - Noviembre 1998 - Número 11


Mecánica Popular-Copyright (c) 2010 Hearst Communications, Inc. All Rights Reserved.
Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus