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La Cámara y los Accidentes - Abril 1950
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A una cuadra de distancia puede
usted escuchar el estridente rechinar de unos neumáticos sobre
el pavimento y luego el estruendo horripilante del impacto. Delante de
usted, los automóviles se echan hacia la acera. Y usted
también opta por estacionar el auto. Ve a hombres que corren; ya
se ha conglomerado una multitud de gente en el sitio del accidente. De
pronto, irrumpen en el aire las sirenas de vehículos que se
aproximan vertiginosamente.
Claro -se dice a sí mismo- cualquier ayuda que pueda prestar no
es necesaria ahora. Ya hay suficiente gente allí y la
policía también ha llegado.
Pero dentro de su auto hay una cámara.
Puede usted ayudar, si así lo desea, tomando fotografías.
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| Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 6 - Abril 1950 - Número 4 |
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