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Filatelia Radiodifusión por Ignacio A. Ortiz Bello Treinta años de periodismo filatélico
Filatelia Radiodifusión por Ignacio A. Ortiz Bello Treinta años de periodismo filatélico
Para los seres humanos se hace necesaria la comunicación con sus semejantes, ya sea para expresar sus sentimientos a un interlocutor o para difundirlos a un número indeterminado de oyentes. Y fueron las señales de humo, el sonido de los tambores y los mensajes escritos los que dieron nacimiento a la comunicación entre los seres humanos.

       Mas, desde el nacimiento de la radio, se abrieron nuevas fronteras a los medios comunicativos. Este medio de comunicación de masas se inició regularmente en todo el mundo en la década de 1920 a 1930. Para llegar a la radiodifusión como servicio regular hubo de recorrer un largo camino tecnológico y científico. La radiotelefonía se había revelado eficaz en 1912 en el salvamento de los supervivientes del "Titanic", y su uso popular se divulgó entre 1912 y 1916. En 1914, se iniciaron en Francia experiencias de lecturas de periódicos transmitidas a distancias, y durante la Primera Guerra mundial se mostraron embrionarios servicio de radiofonía, que no prosperaron. En los Países Bajos se realizó en 1919 la primera experiencia de emisión privada, a la que siguieron la organizada en Gran Bretaña por el "Daily Mail", en 1920, y sobre todo la realizada por Paul Gilson, en Pittsburg, en el mismo año. A partir de estos inicios y del impulso dado en Francia a las emisiones desde la Torre Eifeel, la radiodifusión a nivel experimental se instaló paulatinamente en todas las naciones europeas: Bélgica, en 1923; Italia, en 1924; España, en 1924; y Alemania, en 1926. Entre 1920 y 1930, la radiodifusión llegó a toda Europa y parte del continente americano, y se empezaron a consolidar los géneros radiofónicos, básicamente derivados del periodismo y la literatura, con el complemento de los espacios musicales.

       El pasado año, 1983, fue designado por la Organización de Naciones Unidas para honrar a las comunicaciones de toda índole, y más de 130 naciones decidieron emitir sellos en los que se honra los diversos métodos empleados por los seres humanos para comunicarse. La radiodifusión encontró en la filatelia el reconocimiento que hasta entonces parcialmente se le había otorgado, pues hemos observado que la radio aparece más que otros medios en los sellos emitidos. Y, para beneplácito de los que además de filatelistas somos radioaficionados, también vemos honrados por la filatelia a los hombres y mujeres que practican la amistad mundial mediante la radioafición, héroes anónimos en grandes catástrofes, que han servido desinteresadamente de medio comunicativo, como enlace entre los dañados y las unidades de ayuda.

       Esta es una interesante temática que puede abarcar todo lo que a comunicaciones se refiera o, por el contrario, se dedica exclusivamente a la radiodifusión, pues no tengo la menor duda de que muchos radioaficionados y amantes de la radiodifusión en onda corta son también filatelistas.

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 37 - Agosto 1984 - Número 8


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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus