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Estás leyendo parte de la revista de Febrero de 1990
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Cuidando la dirección del auto - Febrero 1990
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| Un gran bache en
el pavimento más adelante le proporciona una advertencia
visual. El conductor sujeta el volante de dirección con
fuerza y se prepara para ese desagradable momento. Tan pronto como los
neumáticos hacen contacto con la ondulación, se
transmite una fuerte vibración por el empalme de la
dirección hasta sus manos cubiertas de sudor. Basta eso para
que los neumáticos queden arruinados. El arreglo requerido
no se limita a obtener otro juego de costosos neumáticos.
Esta vez deberá obtener unas cuantas piezas de repuesto y
luego tendrá que meterse debajo del vehículo. |
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| Fuente: Revista Mecánica
Popular - Volumen 43 - Febrero 1990 - Número 2 |
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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus |
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