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Frutero Oriental
Por John Burroughs
Haga Usted Mismo este Frutero Oriental - Por John Burroughs
Otoño - Invierno
Primavera - Verano

Frutero Oriental PARA LOS ORIENTALES, la caligrafía siempre ha representado un arte consumado. Los exóticos símbolos de las lenguas asiáticas encierran gran belleza, y tienen un valor decorativo aparte del significado que expresan. Las familias del Japón, China y Corea cuelgan versos trazados a mano en las paredes de sus casas, de igual forma como colgamos nosotros cuadros o fotos.
Las letras individuales, pintorescas aún para los occidentales, surgieron de la antigua escritura china. A diferencia de las letras en nuestro alfabeto, que indican sonidos, las letras de las lenguas orientales representan ideas, por lo que se conocían como ideógrafos. Pero a través de los siglos, los primitivos símbolos pictóricos se han ido estilizando tanto que ya no es fácil reconocer lo que representan. En cierto modo, se han convertido en diseños abstractos.
Los símbolos orientales que representan as cuatro estaciones del año pueden servir de atractivo adorno para cualquier trabajo de madera. Resaltan particularmente cuando se tallan en relieve, como se hizo en este novedoso frutero torneado.
Mientras la cola se seca, los ocho segmentos del frutero oriental se pueden mantener firmemente unidos entre sí con un bramante resistente. Es necesario estar seguro de que la alineación de los segmentos sigue siendo perfecta después de estirar el cordel. Debe usarse adhesivo de resorcinol
Mientras la cola se seca, los ocho segmentos del frutero oriental se pueden mantener firmemente unidos entre sí con un bramante resistente. Es necesario estar seguro de que la alineación de los segmentos sigue siendo perfecta después de estirar el cordel. Debe usarse adhesivo de resorcinol
Para disponer de la pieza que se ha de tornear, se cortan a inglete los bordes de ocho piezas de nogal de 1" (2.54 cm) en una sierra de banco, a un ángulo exacto de 22 l/2 grados. Esto es de suma importancia, ya que la apariencia del frutero acabado dependerá grandemente del ajuste de los segmentos entre sí. Los segmentos se encolan el uno al otro, así como a un fondo octagonal, el cual también se debe cortar con precisión. Debido a que se requieren juntas muy fuertes, conviene emplear una cola de resina de plástico o de resorcinol. Una abrazadera de banda facilita sostener las piezas apretadamente entre sí mientras se seca la cola; pero, si no dispone usted de esta herramienta, también puede emplear cordón grueso como substituto. Después de secarse la cola por completo, fije el conjunto encolado al plato del torno, teniendo cuidado de que los tornillos no atraviesen el fondo de 3/4" (1.9 cm). Haga funcionar el torno a una baja velocidad, mientras comienza a redondear la pieza. Luego aumente la velocidad para los cortes de acabado, con objeto de formar un cilindro liso tanto por dentro como por fuera. Se deja una banda con un alto de 1/8" (3.1 mm) en el exterior para los diseños realzados. Las líneas encoladas de la pieza dividen esta banda en ocho segmentos, lo que resulta adecuado para dar cabida a dos juegos de ideógrafos de la primavera, el verano, el otoño y el invierno. Los símbolos de las cuatro estaciones aparecen aquí a su tamaño real, por lo que pueden calcarse directamente de la revista para ser transferidos al frutero. La mejor manera de sostener el frutero para tallar los símbolos consiste en dejarlo fijado al plato del torno. Para tallar los diseños, simplemente corte los contornos, y luego escarbe el fondo para que quede al ras con la banda del frutero. Claro está que hay que mantener las herramientas de entalladura perfectamente afiladas para que los cortes sean precisos y para que los símbolos resalten bien. A pesar de que nunca antes haya tallado una pieza de madera, no tendrá dificultad alguna si trabaja lentamente y efectúa cortes ligeros y de poca profundidad. Como la apariencia final del frutero es un resultado del cuidado con que alisa usted la superficie, es importante lijar con gran minuciosidad. Las áreas alrededor de los símbolos son difíciles de lijar, pero sus esfuerzos serán ampliamente compensados cuando termine el trabajo.
Se le puede dar diversos acabados al frutero, pero es posible que el acabado más atractivo sea el de barniz pulido. El primer paso consiste en aplicar una capa de sellador, el cual se debe dejar secar por completo, para luego lijarse con papel de tipo 4/0 ó hasta de tipo más fino. Después de lijar, se debe emplear un trapo pegajoso para limpiar la superficie del frutero, a fin de que no se adhiera polvo al barniz que se ha de aplicar posteriormente. Se obtienen los mejores resultados aplicando el barniz con un rociador, pero si no hay un rociador disponible, pueden obtenerse resultados satisfactorios aplicando el barniz con una brocha de buena calidad. Se deben aplicar por lo menos cuatro capas, lijando ligeramente y limpiando bien con el trapo pegajoso entre una capa y otra. Hay que dejar transcurrir tres días por lo menos para que el barniz se seque, antes de pulir el frutero con piedra pómez yagua.
La base que se muestra con el frutero no es de hechura casera. Es un soporte de madera tallada que venden las tiendas dedicadas a artículos orientales. Después de escoger una base del diseño y tamaño adecuado, fíjela al frutero con cola epóxica.
La manera más fácil de tallar los símbolos consiste en dejar el frutero en el torno después de haberse labrado. El frutero se sujeta firmemente, pero puede hacerse girar a mano para que el área que se talla quede en la posición más cómoda posible para el artífice
La manera más fácil de tallar los símbolos consiste en dejar el frutero en el torno después de haberse labrado. El frutero se sujeta firmemente, pero puede hacerse girar a mano para que el área que se talla quede en la posición más cómoda posible para el artífice

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 34 - Abril 1964 - Número 4



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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus